Las hemorroides son una dolencia común que, según la Nueva Medicina Germánica, puede tener diferentes orígenes, es decir, pueden ser varios los programas biológicos que provoquen las hemorroides y, en consecuencia, diferentes los conflictos biológicos los que los activen.
Hemorroides y su relación con la Nueva Medicina Germánica
La Nueva Medicina Germánica establece que toda enfermedad es el resultado de un conflicto biológico y que el cuerpo tiene la capacidad de repararse a sí mismo.
Según este modelo médico, las hemorroides, al igual que el resto de las enfermedades pueden ser causadas por diferentes situaciones conflictivas que involucran un shock psíquico y que, como en este caso, pueden darse en esa fase de “reparación”, es decir, las hemorroides van a aparecer en el momento de la reparación de un programa biológico.
Leyes biológicas y la Nueva Medicina Germánica
La Nueva Medicina Germánica establece cinco leyes biológicas que explican cómo se produce la enfermedad en el cuerpo. La primera de estas leyes, o “Ley Férrea del Cáncer” establece que un programa biológico (aquello que conocemos como enfermedad) se desata tras vivir en individuo un shock psíquico, altamente traumático, que no ha sabido resolver y que ha vivido en aislamiento y que, según el tipo de experiencia vivida, se va a manifestar en un lugar u otro de nuestro organismo.
Fases del conflicto biológico según la NMG
La Segunda Ley Biológica establece dos fases fundamentales en el programa biológico; la fase activa donde predomina la actividad del sistema nervioso simpático, el que favorece que el individuo pueda resolver cuanto antes el conflicto y realiza las modificaciones biológicas necesarias para la adaptación y la supervivencia a esa necesidad que propone el shock, y la fase de reparación donde predomina la actividad del sistema nervioso parasimpático y que va proponer el contexto biológico adecuado para que el organismo repare las modificaciones efectuadas en la fase anterior y vuelva a la normalidad.
Hemorroides y su relación con la NMG
La Nueva Medicina Germánica descubre que las hemorroides pueden ser causadas por diversos conflictos que vamos a desarrollar a continuación.
Programas biológicos relacionados con las hemorroides
Como ya hemos adelantado existen diferentes programas biológicos que pueden tener como consecuencia la aparición de esa condición biológica que llamamos hemorroides. En concreto son tres programas que veremos a continuación.
Conflicto de identidad territorial
Los conflictos territoriales se caracterizan por ser diferentes según el sexo de la persona, los sentires territoriales no son los mismos en las hembras que en los machos. En este caso hablamos de un sentir territorial femenino que se caracteriza porque la hembra no sabe cuál es su lugar en el clan, en la manada (familia, hogar), porque siente que ha perdido o le arrebataron su lugar o incluso puede sentir que no pertenece a ese territorio en particular o a cualquiera en general. El sentir masculino es diferente, se trata de una contrariedad o sometimiento en el territorio. Esto no quiere decir que los hombres no las padezcan, pero para eso tendrían que darse una serie de circunstancias que comentaremos con más detalle en otro post.
Estos programas biológicos son gestionados por la corteza territorial y en consecuencia de origen ectodérmico. El programa biológico que se activa es el de la mucosa de los 12 últimos cms. del recto. En la fase activa del conflicto la mucosa se pierde (úlcera), presentando una pérdida de engrosamiento y este hecho no presenta síntomas (salvo desgarros durante la defecación por heces duras o gruesas). En la fase de reparación es cuando aparecen los síntomas; inflamación, irritación, picores intensos, dolor y sangrado.
Conflicto de “bocado”
Los conflictos de bocado son aquellos característicos de los tejidos cuyo origen es la capa endodérmica. El sistema digestivo maneja el bocado alimenticio y tiene diferentes necesidades con respecto al mismo (atraparlo, engullirlo, digerirlo, asimilarlo, etc.) En este caso el conflicto podríamos definirlo como de “guarrada”, citando a Hamer, algo repugnante, vil, abyecto y traicionero en relación a algo que el individuo considera vital para él (su bocado)
Este conflicto activa el programa biológico del sigma (mucosa y submucosa) y el recto (también en los 12 últimos cms. pero solo en la submucosa). En este programa, al ser de paleoencéfalo, en la fase activa del mismo se produce un adenocarcinoma (crecimiento) plano bajo la mucosa que no presenta síntomas, en la fase de reparación puede darse una solución biológica (con microorganismos implicados) que provocará una necrosis caseosa del tejido formando un absceso submucoso que se puede confundir con unas hemorroides. También posiblemente pueda aparecer una fístula sacro-coccígea.
Conflicto de autodevaluación
Se denominan así a los conflictos que afectan a los tejidos derivados de la capa mesodérmica moderna. Son conflictos en los que el individuo no se siente “apto o capaz” para realizar la actividad o movimiento de un “órgano” concreto derivado de esta capa (hueso, músculo, tendón, articulación, etc.) En este caso el conflicto, aún siendo de autodevaluación estaría íntimamente relacionado con el conflicto que afecta a esta zona, la identidad territorial. El individuo siente que puede haber algo inadecuado en su espacio (territorio) o que no se siente capaz de marcar su territorio (a veces las heces tienen esta finalidad en la naturaleza)
Este programa biológico afectaría a las venas (tejido de mesodermo moderno). En la fase activa se ulceraría la íntima (perdería tejido) sin presentar síntomas y en la fase de reparación aparecerán las conocidas varices (que no son más que venas engrosadas) que presentarán la consecuente inflamación así como dolor y generalmente sangrado.
